Todo comienza con la selección de la madera adecuada. Nuestro carpintero inspecciona cada panel para comprobar su calidad, veta y estructura. Porque solo la madera maciza de alta calidad puede producir un mueble que perdure por generaciones.

Los cuernos no están hechos a máquina, sino que se crean mediante un tallado preciso de madera de tilo. Cada movimiento es deliberado, cada curva, intencional. Esto da como resultado un diseño con personalidad.

Las patas son más que funcionales. Están moldeadas a mano y le dan a cada taburete de oveja su carácter único. No hay dos piezas iguales, y eso es bueno.

La piel de oveja de alta calidad se corta con precisión milimétrica y se monta sobre la base. La experiencia es clave: cada costura y cada cierre deben ser perfectos para un resultado visible y palpable.

Un sellador de alta calidad protege la madera del desgaste y conserva su aspecto natural. Solo ahora su taburete de oveja estará listo para ocupar su lugar en su hogar, para disfrutar de muchos años de acogedor confort.

Se está montando la campana de latón. Antes de que un taburete de oveja salga de nuestro taller, se somete a un riguroso control de calidad. Revisamos cada junta, cada costura y cada detalle. Solo cuando todo está perfecto, el mueble recibe nuestra aprobación.

Nuestro objetivo: Recibirá un producto que no solo se vea hermoso, sino que también dure décadas. Lo respaldamos con nuestro nombre.